domingo, 11 de abril de 2010

Metamorfosis


Yo era un ángel, no recuerdo mucho de aquello, pero era un ángel. Recuerdo hermosos jardines, bellos prados y bosques. Y por sobre todo la recuerdo a ella, al igual que yo un ángel. La quería como a i hermana. Las dos jugábamos en los prados con las flores silvestres recién florecidas y con la nieve que se juntaba alrededor de los árboles.

Éramos las dos, siempre juntas, jugábamos mientras el Sol nos acariciaba en una mañana de primavera. Éramos felices, pero de pronto ella se escapaba a dar paseos ella sola, siempre estaba en las nubes y yo supe que se había enamorado. Pero ¿por qué no decírmelo? Intrigada la seguí por el bosque hasta llegar a un claro y lo que vi me sorprendió.

En medio de aquel claro estaba parado un demonio, temí por ella, pero ella se abalanzó sobre sus brazos. El shok fue tremendo, como podía ser ella, mi querida amiga, se hubiese enamorado de un demonio. Salí de ahí al no soportar el aura que emanaba aquel demonio.

Pasaron los días y ella siguió viéndose con él, lo sabia porque cada vez estaba más débil, ella estaba perdiendo su vida, aquel amor le hacia daño. Muchas veces le trate de explicar eso, pero ella no escuchaba.

Finalmente decidí acabarlo por mi misma, después de una de sus tantas reuniones secretas me quede ahí. Aquel demonio reparó en mi presencia, pero no me asuste, salí de mi escondite y le pedí que nos viésemos mañana en las ruinas, él asintió y se fue.

Esa noche se me volvió eterna y no pude evitar dudar sobre lo que iba a ser, pero era necesario. Al día siguiente, antes del crepúsculo, fui a las ruinas. Subí hasta lo más alto y lo vi a él, esperándome.

Me acerqué lentamente, mientras levantaba mis manos y las lágrimas caían por mis mejillas. Me acerqué y le radié el cuello con mis manos, él parecía sorprendido de verme así, llorando. Presione lo más que pude, mientras él retrocedía a aquel vació.

Él cayó y me miró, por última vez. Cerró sus ojos, abandonando voluntariamente su vida. Su cuerpo pareció explotar y miles de pedacitos de cristal caían al vació.

“¿Qué había hecho? Lo maté. Ella me odiará, lo siento, se que me odiaras, pero lo hice pensando en ti, en tu vida. ¿Cómo pude matarlo? ¿Qué fue…qué fue lo que hice?”

Estos pensamientos confundieron mi corazón y mi mente, la locura era todo lo que había y el haber matado a un demonio, el ser del que ella se había enamorado. Todo ello me mató, mató todo lo puro en mí.

En lo más altote aquellas ruinas había alguien, que miraba al vació con una expresión cruel en su rostro. Sus ojos eran los más malvados, crueles y fríos que se habían visto. Ella antes había sido un ángel.

Y ahora ella era…



Un demonio.


Kyoko

3 comentarios:

  1. HOlaa! aaa me gusto!! me dio un poco
    de pena al final, la amiga de la chica no se dio cuenta de que su amiga lo hacia por su bien
    y me parecio un poco duro que le mirara asi
    auque tampoco es una manera de justificarla, matar esta mal.. supongo que eso incluye a los demonios? y despues de todo, era el ser que ella amaba no tenia realmente derecho a quitarle la vida creo.. me encanto como escribes, tienes mucha imaginasion, me parecio muy, pero muy bueno, me dejaste con la duda, siempre se entiende "el bien" de "el mal", en este caso no se si ambas chicas eran malas, una por matar y la otra por traicionar a la otra al irse del "lado" del demonio..! visitare mas seguido tu blog! =) lo encontre por
    una casualidad, pero me gusto mucho! Suerte, Bye! ;)

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  2. arigato x pasar :)
    me senti muy feliz cuando vi tu comentario!
    muchas gracias :3

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  3. Esta genial!! vaya, escribes muy bien :)

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