miércoles, 19 de mayo de 2010

Chocolate & Crema [Cap 7 - Crema]


Después de toda la semana Sara me obligó a ir a su casa y a arreglar las cosas con Sebastián, me daba miedo acercarme a él, pero la idea de estar de nuevo a su lado me hacía sentir mariposas e el estómago. Así que acepté.

Fui a la casa de Sara el viernes, me iba a quedar hasta el sábado, pero no me fui de la escuela con ella, primero debía terminar mi trabajo con Ana, como la casa de la colina era la última no era necesario devolverme, ese día estuve muy nerviosa, cuando finalmente llegue a su casa tuve miedo.
Toqué la puerta y me abrió una chica, tenía el cabello rubio, liso y largo, lo llevaba suelto, tenía los ojos oscuros y la piel pálida.
- Por fin llegas, Sara te esta esperando, esta en su pieza.
Le di las gracias y subí, Sara estaba acostada en su pieza con el netbook morado encima de la cama, al parecer estaba ocupada.
- Hola
Ella se dio vuelta y me abrazó.
- Bien ahora iremos a lo importante.
- ¿Lo importante?
- Sí, ve a la pieza de al lado y entra, no prendas la luz, ve hacia la ventana y mira hacia fuera.- me dijo - ¡Vamos, rápido!
Le hice caso, entre en la habitación, estaba oscuro, aunque había suficiente luz como para ver donde pisaba, en la oscuridad vi una cama, un escritorio, una estantería y un closet. Me acerqué a la ventana y mire, no pude ver nada por los árboles, me di la vuelta y me di cuenta que Sara había cerrado la puerta, trate de abrirla, pero no pude.
Pasaban las horas y por mucho que gritase nadie venia, poco a poco los ojos se me iban cerrando y yo estaba cabeceando. Un viento frío me despertó, mire hacia la ventana, estaba abierta de par en par y una silueta entraba por ella. Grité, la silueta se movió por la habitación y prendió la luz, cosa que no se me había ocurrido.
- ¿Qué haces aquí? Estabas escondida detrás de la estantería que no te pude ver.
No pude responder, Sebastián me miraba molesto, todas sus amenazas volvieron a mi mente, tuve miedo.
- ¿Qué haces aquí, en mi habitación?
Mire hacia los lados, había una cama con un plumón azul, un escritorio con algunos libros del colegio y un notebook negro, un closet cerrado y una estantería, con un montón de libros, adornos, CDs y cosas que no pude identificar.
- Yo…yo estaba, mirando la ventana- respondí, no era mentira, pero tenía la sensación de que no debía nombrar a Sara.
- ¿La ventana? – me preguntó, dudoso.
- Sí, la ventana- esta vez lo dije con más seguridad- ¿Pero como entraste por la ventana? Esto es un segundo piso.

martes, 18 de mayo de 2010

Chocolate & Crema [Cap 6 - Chocolate]

Después de decirle esas crueles palabras me fui rápidamente a mi pieza, me sentía avergonzado, enojado, frustrado, sentimientos demasiado humanos, no me entendía, racionalmente era mejor para ella alejarla de mi, de todo esto. Pero mis sentimientos no querían eso.
Estando en la habitación cerré con llave, tome el ipod y lo prendí, comencé a escuchar la música a máximo volumen, era una canción de Cyndi Lauper, “Time After Time”, hace como veinte años la había escuchado, ahora tenía un ipod, donde podía almacenar música, la verdad a un demonio le gusta el lujo y la comodidad y yo no era una excepción.
Había puesto la música fuerte para no escuchar ni mis propios pensamientos, pero no lo logré, la verdad me sentía pésimo, me dolía el pecho, cosa que nunca antes había sentido, no era necesario preguntar, me había enamorado, era estúpido, un sentimiento tan humano, tan problemático, tan fuera de lógica.
Habían pasado ya treinta canciones, cuando escuche que golpeaban la puerta, es una cualidad de nosotros los demonios, poseemos un oído más fino que el humano, igual que nuestra vista y olfato. Cosa que en este momento odiaba. Abrí, era Sara.
- ¿Por qué lo hiciste? Ella esta muy asustada
Por primera vez en estos últimos catorce años la mire fríamente, cerré mi mente completamente y la ignore. Después de eso no volvimos a hablar.
La semana siguiente fue horrible, Selene y Sara se comportaban como siempre, pero apenas yo entraba donde ellas Selene se iba y Sara me ignoraba, fue la semana más lenta de mi vida y en la que por primera vez en mi vida odié ser un demonio, odié estar metido en estas cosas tan peligrosas, odié toda mi vida…odié mi propia esencia.

lunes, 17 de mayo de 2010

Chocolate & Crema [Cap 5 - Crema]

Me desperté, pensé que todo había sido una pesadilla, pero estaba en la pieza de Sara, demasiado lila como para olvidarla. Me levanté, no recuerdo como llegué ahí, recuerdo ser perseguida y luego salvada…y luego llegar aquí encima de algo que era demasiado rápido como para ser humano. El rostro del chico se me vino a la mente.
Bajé las escaleras, estaban Sara y el chico, me miraron. Había un secreto en todo esto y yo había sido involucrada, además ¿que era ese chico? y ¿qué relación existía entre Sara y él? Los miré, quizás buscando alguna respuesta. Sara me devolvió la mirada pero la bajó. Él en cambio me la mantuvo, fría y amenazadora.
-Tu sospechas de nosotros – dijo él friamente.
Quedó claro que no era una pregunta. Asentí
- Esos…lobos que te perseguían no son normales, son hombres-lobos, en este pueblo hay una disputa entre ellos y los brujos. Nuestro territorio es neutral, tu estabas en él, por lo que ellos no deberían de hacerte daño, pero rompieron las reglas.
- ¿Por qué me cuentas todo esto? – le pregunte al chico.
- ¿Por qué?, porque no quiero ni necesito que una humana vaya investigando sobre nosotros – a cada palabra se iba acercando más a mi, choqué con la pared, el puso su brazo a la altura de su hombro, apoyada en la pared, dejándome sin escapatoria - porque así te puedo amenazar abiertamente, aléjate de nosotros si no quieres involucrarte. Te puedo matar ahora mismo, pero te dejaré libre, ahora vete.
Estaba completamente aterrada, no era necesaria una prueba, le creía, le creía que me podía matar si quisiese. Sentía que las fuerzas me abandonaban, que los ojos se me llenaban de lágrimas.
- Sebastián…-susurró Sara, alarmada
Él me soltó y me dio la espalda, me deje desvanecer.
- Aléjate de nosotros si no quieres verte involucrada – me susurró, luego ya no estaba.
Sara se abalanzó sobre mí y me abrazó, susurrándome cosas, pero las palabras del chico seguía en mi mente.

Chocolate & Crema [Cap 4 - Chocolate]

Amaya me fue a buscar, me llevo a cazar, ella necesitaba alimentarme y yo serenarme. Estuvimos toda la tarde en eso, al crepúsculo mi hermana me llevó de vuelta a casa, ella se fue a trabajar.

Entré a la casa y sentí la misma incomodidad que en la escuela, iba a subir las escaleras, cuando alguien me chocó, la miré a los ojos, era ella, sus ojos color miel, su cabello castaño claro y su piel clara, era ella, me rozó un poco, pero aun así pude saber lo que sentía: frustración, alegría, emoción, despreocupación, nervios, preocupación…

Ella salió corriendo y yo miré hacia el final de las escaleras, estaba Sara. La miré, estaba enfurecido, ella ni siquiera debió leerme la mente para saberlo, se metió dentro de su habitación, cerró la puerta con llave una fracción de segundo antes de que yo estuviese ahí.

Me quedé ahí esperando toda la noche hasta que ella salió y me pidió disculpa, le hubiese dicho que no, pero me daba lástima, era mi hermanita, le sonreí y fuimos juntos a clase.

Esa semana Sara estuvo muy amistosa con la extraña chica, por mi parte aun tenia deseos de matarla, pero se agregó un nuevo sentimiento de protegerla, no lo podía entender, le conté a Amaya y me dijo que estaba enamorado, lo mismo dijo Raúl y mis padres, a Sara no le dije nada.

Fue una noche de luna llena, estaba hablando con Sara cuando ella tuvo una visión, la toqué y sentí sus sentimientos: desesperación, miedo, adrenalina, terror, sorpresa, esperanza y alegría,.

- ¿Qué viste? – mi poder solo me permitía sentir lo que el otro sentía.

- Selene…esta en problemas, los lobos la van a matar esta cerca de aquí.

En menos de dos segundos estaba afuera, Raúl conmigo, le dije lo mismo que Sara me había dicho y salimos corriendo, él transformado en lobo, yo en menos de dos segundos estaba encima de un árbol. La vi correr hacia aquí, me agaché y alargue mi mano, ella la vio y la cogió. La subí al árbol y luego a mi espalda. La llevé hacia la casa, podía estar herida. Raúl se quedó solucionando el problema.

Sara nos estaba esperando, la curó, por suerte no tenía heridas profundas, me dijo que la llevase a su habitación. La subí a la pieza de Sara y la acosté

- No te vayas por favor – susurró – no me dejes sola, quédate hasta que me duerma.

Me senté en la cama, ella agarró mi mano y la puso debajo de su cabeza. Al rato se quedó dormida. La miré, los dos impulsos volvieron a mí, el de matarla y el de abrasarla. Me quede sin hacer nada. Estiré mi brazo suelto y le saqué un mechón que tenía encima de su cara.

- ¿Quién eres en realidad? ¿Cómo una simple humana puede provocarme estos sentimientos? – murmuré.

Chocolate y Crema [Cap 3 - Crema]



Después de que el chico se fuera, las supersticiones de que el puesto detrás de mí estaba maldito aumentaron. Todo había comenzado cuando me había sentado, en el mismo puesto que ahora, hace dos años, el chico de atrás estaba enfermo y luego de una hora lo tuvieron que enviar a su casa. Desde ese momento nadie se sienta ahí.

Cuando terminaron las clases me sentí mucho mejor, llegué a mi casa y tiré la mochila encima de mi cama, me cambié la ropa, deje el uniforme doblado encima de una silla, y me puse unos jeans y encima de la polera un polerón, salí de la casa y me dirigí a la verdulería.
Ahí trabaja después de clase. Ana, la nieta de los dueños de la tienda se encargaba de vender ahí mismo, me había contratado a mí para que la ayudase con los pedidos, con mi bicicleta iba a dejar los paquetes a las casas.
Ana me pasó un montón de paquetes mientras yo sacaba la bicicleta, con los paquetes iba un papel con las direcciones. Entregué todas las regulares, la casa del señor Jiménez, a las señoras Carola y Carmen, las CC como las llamaba yo. Después de entregar casi todos los paquetes me di cuenta que quedaba uno, bastante grande, a la casa del monte, la casa abandonada. Me sorprendió que la persona que me abrió fue una chica, la mayoría de los pedidos eran de personas mayores de edad, me parecía familiar, con el cabello negro liso y corto, los ojos de un azul cielo y la piel blanca como la nieve.
-Hola soy Sara, tu compañera de clases
Le respondí al saludo, - es mi última entrega- pensé. Le mostré los paquetes, ella los recogió.
- Quieres acompañarme adentro -dijo- es tu última entrega, tu misma lo dijiste.
- ¿Lo dije?...Bien solo un rato.
Deje la bicicleta al lado de la puerta y entré a la casa, era una casa muy linda, tenía grandes ventanales, parecía una casa piloto. Sara me guió hacia su habitación, subiendo las escaleras. Era una pieza bastante amplia, tenia una cama, un closet, un espejo, un escritorio y todo estaba de lila o morado.
- Te gusta el morado-
- Si es el mejor color, ¿tienes mail?
Se lo escribí en su computadora y ella me agrego a sus contactos. Estuvimos hablando un largo rato, al principió la había encontrado demasiado bulliciosa y movida, pero era bastante simpática. Después de un rato vi mi reloj pulsera, eran las ocho.
- Lo siento me tengo que ir, mañana hablamos en clase.
- Bien, te dejó en la puerta.
- No te preocupes, ah y dile a tu hermano que se mejore.
Bajé corriendo las escaleras, cuando estaba llegando al final choqué, me di la vuelta y me disculpe, me sorprendió ver al chico, nuestras miradas se cruzaron, el verde intenso de sus ojos recalcaban mucho de su piel oscura y su cabello negro, salí corriendo con el corazón latiendo a mil por segundo.
Llegué a casa y aunque mi hermana me retó me sentía feliz, prendí la computadora y acepte la invitación de Sara.

domingo, 16 de mayo de 2010

Chocolate & Crema [Cap 2 - Chocolate]



Mi nombre es Sebastián A.V., represento catorce años, tengo la capacidad de cambiar mi forma, aunque en realidad tengo 137, o eso creo. La verdad soy un demonio, mi recuerdo mas antiguo es de hace 137 años, por lo que sería un demonio joven.

Vivó con mis padres adoptivos, dos demonios, mis tres hermanos, Raúl, un hombre lobo de diecinueve años que vive con nosotros hace cuatro, Amaya, una vampira que representa diecisiete, pero que en verdad tiene 137 igual que yo, y Sara una humana con poderes, una bruja, de catorce años, es como nuestra pequeña hermanita, por lo que decidí ir a la escuela con ella.

Hace una semana nos fuimos a vivir a un pueblito, cerca de la costa, hoy es el primer día de la escuela, llegamos justo a tiempo, cuando el timbre sonaba, entramos y como éramos nuevos tuvimos que ir a recepción, de ahí nos mandaron a inspectoría y una señora, bastante antipática, nos guió hasta una de las aulas, el profesor ya había entrado.

Entramos y todos nos quedaron viendo, sentí una mirada que me inquieto, no supe como, miré hacia esa persona y me sorprendió ver a una chica, estaba en uno de los últimos puestos, la miré fríamente, por alguna razón su mirada me había inquietado.

El profesor nos mostró unos puestos, uno adelante, donde Sara se sentó y otro al final, atrás de aquella chica. Me senté, me sentía bastante incómodo, esa chica despertaba en mí instintos que antes no había sentido, tenía ganas de matarla, sentir su sangre fresca corriendo en mis manos, Sara se dio cuenta de ello.

-¿Qué haces, porque intentas matarla?- me dijo telepáticamente- Debes salir ahora mismo, di que te duele el estómago o algo así.

Levanté la mano, interrumpiendo la larga charla de cómo los jóvenes éramos el futuro de nuestro país, etc., etc.

- Lo siento señor, ¿puedo ir a la enfermería? Me duele el estómago

El tipo asintió con la cabeza y salí rápidamente.

Chocolate & Crema [Cap 1-Crema]



Mi nombre es Selene R.F, catorce años, vivo hace dos años con mi hermana mayor, por asuntos familiares. Vivimos en un pequeño apartamento, cerca de la costa, tiene 4 habitaciones, el living-comedor con cocina americana, el baño y dos piezas, una de mi hermana, la otra la mía.

Es mi tío el que nos ayuda con el alquiler y las cuentas, mi hermana trabaja y paga la comida, mi escuela y otras cosas. Nuestra casa, aunque pequeña tiene todo lo que necesito y mucho más.
Mi escuela queda cerca del departamento, en el pueblito. No me interesa donde estudio, pues aun no tengo definido el que voy a hacer cuando grande, ni siquiera sé si tendremos el dinero suficiente para pagar una universidad, pero la verdad no me importa.
Hoy comenzó el nuevo año escolar mi hermana, como siempre, me acompaño hasta la parada de bus, me subí sin ganas, entré pagué y me fui a sentar a uno de los asientos. Cuando estábamos cerca de la escuela me bajé, caminé, con poco animo, y me encontré con ex-compañeras, las salude y entramos juntas, todas hablaban de lo que les había pasado el verano, por mi parte me había quedado en el pueblo.
Sonó el timbre y me dirigí a una de las aulas, entré y me senté en uno de los puestos desocupados, en la fila de la ventana, el penúltimo puesto, los demás comenzaron a llegar, al poco rato la mayoría de los puestos estaban ocupados, y como supuse el de atrás mío seguía desocupado, se decía que ese puesto traía mala suerte.
Llegó el profesor y nos saludó. A los cinco minutos después llegaron dos chicos, una chica y un chico, levanté la vista y los mires, el muchacho se dio cuenta de que lo miraba y me miró. Nunca olvidaría sus ojos de un extraño color verde, fríos, crueles, pero que me cautivaron desde el primer momento.
El profesor los sentó en los puestos desocupados, a la chica en un puesto de adelante, y al chi
co detrás de mí.